jueves, 27 de febrero de 2014

Testifica en los juzgados una matrona vinculada en un caso de bebé robado

Carmen lleva buscando a su hijo Fernando desde el año 2009, cuando se comprobó que no había sido enterrado en ningún sitio y sólo había errores en los documentos 

27.02.14 - 02:03 - 
Testifica en los juzgados una matrona vinculada en un caso de bebé robado
Miembros de la plataforma 'SOS bebés robados' apoyaron a Carmen. :: LA VOZ.



Cayó en una depresión. No quería salir de casa ni ver a nadie. No hacía otra cosa que preguntar por Fernando, un bebé «hermoso, era muy guapo» con el que tan sólo había podido compartir 24 horas. No tuvo fuerzas para ir a ver su tumba. Y dejó que el tiempo intentará cerrar una herida que nunca se cerró. Fue por ello que Antonia del Carmen Camacho decidió en 2009 acudir en busca del lugar en el que supuestamente descansaban los restos de su bebé. Acudió al Cementerio de San Fernando y le pidió a los responsables de allí que le dijeran donde estaba enterrado su hijo.
No obtuvo la respuesta esperada. Tan sólo que volviera dentro de unos meses para que se pudiera buscar con certeza y realizar comprobaciones. Así lo hizo, pero de nuevo la respuesta fue inesperada pues le certificaron que allí no estaba. Acudió al Hospital Naval de San Carlos a pedir más documentos, pero todos los papeles que le daban o no contenían lo que ella buscaba o estaban llenos de datos erróneos. Fue a las iglesias, pero tampoco encontró nada. Por este motivo decidió poner su caso en manos de 'SOS bebés robados Cádiz', una entidad que lucha por aquellas madres y padres que perdieron a sus hijos sin tener que haberlos perdido.
El caso se puso en manos de los tribunales y ayer, y según el procedimiento, testificó una de las matronas que supuestamente están vinculadas a la desaparición de Fernando Navas Camacho. De la declaración no se sacó nada en claro más allá de lo que las trabajadoras suelen decir en estos casos, «no me acuerdo, no lo tengo claro».
Pero Carmen si lo recuerda bien. Para ella ayer fue un momento duro, complicado. Una situación difícil, uno de esos malos tragos en el que revivió las imágenes de como una ilusión se convirtió en una pesadilla.
Ella se casó el 22 de junio de 1968 y no pasó mucho tiempo, ya que entre agosto y septiembre se quedó embarazada. El 18 de abril acudió a la revisión de los ocho meses y el medico le aseguró que todo iba según lo previsto y no había ningún tipo de problema. Tranquila se marchó para casa. Pero el niño, ya que era un varón, tenía prisa por salir y decidió que era un buen momento. Así que tan solo unas horas después se encontraba en el hospital de San Carlos de parto. No fue un parto sencillo, pero tampoco hubo demasiadas complicaciones y el 19 de abril de 1969, Carmen tenía entre sus brazos a Fernando.
Solo habían pasado 24 horas, un 20 de abril. Su marido se había tenido que ir para realizar una serie de gestiones y papeleo y ella se quedó sola con el niño, pues no había ninguna visita. El pequeño comenzó a llorar y llamó a la monja para que lo calmara. Le preguntó a Carmen como se llamaba el niño, le hizo una señal de la santa cruz y se lo llevó. Ya no se volvió a ver al recién nacido. «Volví a llamar porque me extrañaba que tardaran tanto y entonces me dieron la noticia de que había fallecido. No podía ser, estaba conmigo y estaba bien era un bebé guapo y muy hermoso. Solo estaba llorando se lo llevan y muere. Yo me intenté levantar, lloré, pataleé y me empujaron a mi cama. Me decían que no podía verlo que estaba arriba y yo no comprendía que es lo que me querían decir».
Su marido también lo intentó, pero tampoco dejaron ver al pequeño. La familia estaba dolida y consternada y por más intentos que realizaron no pudieron ver al niño. Y así pasaron los años. «La verdad que el único dolor que tenía en mi corazón era que además de perder a mi niño no me dejaron verlo. Nunca pensé ni sospeché que pudiera pasar lo que está pasando».
En 2009 inició una odisea en la que todavía sigue inmersa pues no se explicaba que la tumba de su hijo no se encuentre en ningún lado. «He buscado, he pedido papeles, certificaciones de fallecimiento, documentos y solo tengo una hojita de parto. No hay historial clínico, ni nada. He ido a la Iglesia de San Francisco por si acaso le echaron el último agua, pero nada».
Sus esperanzas están puestas en este proceso. Aunque es consciente de que muchas causas están siendo archivadas, espera que la suya siga adelante. Al menos ya ha testificado una de las matronas.

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